7.2.09

Un unicornio

Acaso una obsesión.

La soledad me rodea, veo su rostro y me pierdo en el abismo insondable de su recuerdo. Nuevamente, el vacío, siempre allí, siempre conmigo quizás entre nosotros... ¿interponiendose o acercandonos?
No quedan dudas, la realidad, suya y mia se ha confundido. Esa realidad, el punto donde su verdad y mi vacío convergen, es acaso lo único cierto que encontraré.

La verdad y el vacío... ¿acaso convergen? Pienso en ello, y llego a la conclusión de que sólo en ese punto de convergencia pueden ser plenos, el vacío sólo existiría al lado de la verdad, aunque en el hecho mismo llevara su destrucción, pues si bien el vacío es tan cierto como la verdad, la verdad es plena, llena lo que toca... y sin embargo, bien puede ser sólo una máscara más. ¿Es que el universo nos muestra sus máscaras? O es sólo una gran calavera, sus ojos vacíos me miran... de nuevo, aparece, siempre presente el vacío, presente en todo pero falso, a merced de todo aquello que lo rodea, del bien y del mal, de ti y de mi. No somos reales, el vacío lo abarca todo, pero cede medroso ante la verdad, no por un preparado de crema y miel, sino simplemente, porque ella lleva en sí misma creacion, plenitud y destrucción.

1 comentario:

Unknown dijo...

Mi mente sigue entrando en un loop al escuchar esa frase, no logro abstraerme lo suficiente para comprenderla, aunque sigue siendo una maravilla. Una cosa más: es crema y miel jeje :P