30.12.08

De Sonata a Kreutzer

Liev Tolstoi
Desde hace mucho tiempo me sentía yo desasosegado cuando veía a una señora bien aderezada, en traje de baile; pero ahora esa vista me causa pura y simplemente terror. Veo algo peligroso para los hombres , algo contrario a las leyes, y me dan tentaciones de llamar a un guardia, de pedir protección contra el peligro, de reclamar que se quite de enmedio aquel objeto peligroso... Estoy seguro de que ha de venir un día - y quizá no esté lejos- en que se asombrará la gente de que haya podido existir una sociedad donde se permitan hechos tan atentatorios contra la tranquilidad pública como el adornarse el cuerpo de la manera que se les permite a las mujeres para provocar la sensualidad de los hombres. Es lo mismo que poner trampas a lo largo de la vía pública o en los paseos... ¡no!, es peor, ¿porqué se prohiben los juegos de azar y no ser prohiben las mujeres especialmente ataviadas para excitar a los hombres? Son mil veces más peligrosas.

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